Capítulo 2: Martín y Verónica se conocen

Recuperamos a Martín en su delirio de dolor, que alguien me lo saque de ahí, que se me resfría. Martín evoca mas recuerdos de su pasado con su hermano, de verdad que me esta dando mucha lastima Martín.

Volvemos con los Prado Castelo, reunidos hablan y Virginia al saber que Vero y Emiliano estuvieron siempre en contacto le dirige una mirada que la podría haber petrificado. Intenta echar a la nana pidiéndole que traiga algo de beber, mujer sosiégate un poco, anda… Sienta a Emiliano con ella y, como diría Aimeé de Altamira, se hace la mona con el para distraerle de Verónica. Pero el ni caso, le pide a Vero que se vayan a montar al día siguiente. La tía interviene sugiriendo que vayan a pasear en coche porque Virginia no puede montar por su “enfermedad” del corazón. Cual? La maldad? Pero Emiliano dice que solo hay espacio para dos, así que Virginia dice que va a montar, que no pasa nada.

El padre Juan va a buscar a Martín porque ya es de juzgado de guardia lo suyo y se va a coger una pulmonía del copón, nos sacan una toma general de la tumba durante unos segundos, es que va a salir Demetrio de ahí en plan thriller o que?

El champán corre en casa de los Prado Castelo. Emiliano le bromea a Vero con que le cayo el corcho, eso es buena suerte, tal vez matrimonio, si mijo pero no contigo, eso seguro. Virginia se hace la victima de que no puede tomar una copa por su condición ni siquiera para celebrar que el niño Emiliano volvió. Órale! Pero que tragedia, pobrecita! ¬¬ Jorge se alegra que Emiliano terminara sus estudios y volviera para trabajar en la empresa, a juzgar por el aspecto de Emiliano la carrera que estudio fue ardua, vino súper mayor el hombre!

Martín llega a la casa, habla con el cura, se va a ir al día siguiente, pero el padre le dice que no, que tiene asuntos allí y que la mitad de la mina ahora es suya y que será rico.

Emiliano no se ve entusiasmado con dirigir las empresas de su padre, el lo estaba esperando porque se quiere ir de viaje con su mujer a Benidorm, que ha oído que esta de moda para los jubilados.

A Martín le importa un carajo la mina pero usara el oro para estar cerca de esa mujer y hacerle pagar, pero el cura le recuerda que no sabe quien es, Martín sabe ciertos datos, la inicial de su nombre, el apellido y que Demetrio trabajaba para los Prado Castelo, así que la encontrara. El padre Juan intenta hacerle reaccionar, Demetrio tomo su decisión, pero Martín esta necio y le replica que lo hizo empujado por ella. Y ahí suelta la frase “lo que hizo esa mujer es imperdonable”. Va a vengar a Demetrio.

Verónica recibe en su cuarto a Emiliano y se sorprende cuando el quiere hablar de algo importante. Cuidado que con los ojitos que te esta echando y con esa cama ahí tan cerca, a lo mejor te quiere comer mi Vero.

Martín nos ofrece exquisitas escenas mientras se ducha, alguien dijo fanservice?

Emiliano le agradece toda la ayuda que dio a su padre, ambos hablan de Demetrio Silveira, que fue administrador y le enseño a Verónica todo lo que sabe, aunque ya no trabaja ahí. Al oír el nombre de Demetrio y como la puerta esta entreabierta (esa manía…) Virginia se lanza a escuchar a escondidas. Emiliano interroga a Verónica sobre su relación con Demetrio. Pero ella se hace la longuis y no suelta prenda, tiene pretendientes y que? Eso y que? La chica es monísima. buena persona y simpática, como para que no los tenga. Emiliano se va por la tangente y le pide que no le llame primo, no tienen la misma sangre y se podrían casar. Pero esta vez es Vero la que se sale por esa misma tangente diciéndole que no tiene intención de casarse ahora y que siempre le ha visto como primo y mejor que hablan del trabajo. Ahí, ahí, tu siempre firme mi Vero, como siga en este plan me declaro fan de la prota.

Martín se disculpa con el padre por la escenita que le hizo y en eso llega una mujer, Magdalena, esposa del ahora socio de Martín, Aquiles Botel, toma ya! Otro nombre para enmarcar! Martín alucina cuando Magdalena le dice que Botel es médico con lo que empina el codo, yo también estoy flipando pepinillos, Martín querido! El padre cuenta mas chismes para que a Martín le caiga bien el tal Botel, era amigo de su hermano y evito que abrieran el ataúd para que nadie se enterara de cómo murió de Demetrio. Antes de irse y dejarle con Magdalena, le recalca que tienen una conversación pendiente. Magdalena le asegura que su marido no es malo pero Martín no esta tan seguro y así es como descubre ella que es hermano de Demetrio. Ese pueblo es el del alcohol y el oro, menuda mezcla explosiva. Magdalena le dice que cuenta con su apoyo y el de su marido, Martín le pide que le cuente mas sobre su hermano, esperando averiguar mas sobre la “mala mujer” aunque Magdalena no sabe el nombre, era un secreto, si sabe que ella le pidió hacer dinero rápido y que siempre prometía venir pero nunca cumplió, Martín ve en esa actitud una prueba mas de que es una interesada y que su silencio en cuanto a cartas y la final que envió fue el golpe de gracia para su pobre hermano. Demetrio enloqueció cuando se hallo el oro, sabia que ya era muy tarde pues su esperanza con la mujer se había desvanecido. Martín cavila que si hubiera logrado lo que se proponía a tiempo estaría casado con un demonio, pero al fin y al cabo vivo.

Verónica y Emiliano siguen charlando, Emiliano no quiere hacerse cargo del legado de su padre. Pero estudio lo que quería Jorge para complacerlo y gracias a Verónica convenció a su padre de hacer una segunda carrera, la que de verdad le interesa, Antropología, ahora se entiende porque Emiliano tardo tanto en volver, llevar dos carreras es chungo y mas si una no te gusta, eso es lo que le hizo envejecer de esa manera, pobre niño Emiliano! Mientras Virginia ha ido a por Salma para que escuche lo que Vero y su primo dicen. Cotillas, no os enseñaron, damas de supuestamente tan buenas costumbres, que escuchar tras las puertas es de muy mala educación! Salma no aguanta mas y entra en la habitación no le parece que este allí, con Vero en ropa de dormir, cuando Emiliano y Virginia se van, Salma aprovecha para echarle la bronca a Vero, culpándola de que Emiliano se marchara lejos y quiera seguir su propio camino, Verónica suspira y yo también porque esta mujer es bastante intransigente y boba… de verdad. Verónica se explica, Emiliano es adulto y debe tomar sus propias decisiones, Salma sigue increpándole, mujer que tu hijo ya es un hombre no le trates como un niño y a Vero como si fuera una arpía. Salma piensa que Verónica hizo lo hizo y empezó a trabajar con Jorge para poder encargarse de las empresas en lugar de Emiliano, chata la egoísta y ambiciosa de la familia es otra, como dicen en México, ubícate! Además se pone en plan bruja total, prohibiéndole que meta a Emiliano a su cuarto, porque “podrías seguir los pasos de tu madre”, pero esta de que va?

Martín le asegura a Botel que no tiene intención de vender su parte de la mina, sabiendo los planes reales de Martín, el padre intenta convencerle pero nada. Martín prefiere que Botel se siga encargando de la mina, el le pagara lo que sea necesario, Martín se marcha al día siguiente. Su vía de contacto será el padre Juan.

Volvemos a ver a Ana Perla y su abuelo, Crescencio, que es ave de mal agüero y la vigila cual halcón, que agobio de tío! A todo le dice que no a la nieta! Al saber que hay un fuereño el viejo entra en pánico y le asegura de que para ella nada de conocer a fuereños, por que hombre si este esta bien bueno!

Martín le asegura a Nanciyaga que regresara pero que no quiere haga nada en la casa, puede vivir en ella y debe dejarla como esta. Martín toma el colgante y suelta “V de Prado Castelo, V de venganza”. No me gustaría estar en el lugar de esa “mala mujer” porque con la mala sombra que persigue a Martín a lo mejor la estrangula nada mas tenerla enfrente.

Martín se despide del cura y asegura que esa mujer va a sufrir, a angustiarse y llorar. El padre intenta hacerle razonar, pero nada de nada. Martín se marcha con un propósito firme y no hay poder humano que lo pueda cambiar.

Verónica, Emiliano y Virginia cabalgan, aunque la última va muy retrasada porque eso no es lo suyo. Se queja de ello, asegura que mejorara, intenta convencer a Emiliano de que le ayude, pero Emi esta en una nube con Vero y no ve mas allá, Virginia se ve fastidiada.

Martín ya ha llegado a Ciudad de México, habla con su amigo Alfredo, aun no puede creer lo que hizo su hermano. Martín razona sobre las circunstancias de su hermano y que acabaron con el. Alfredo no quiere dejar solo a Martín pero este se muestra reacio a tener compañía.

Virginia habla con su tía, finge estar seria y apagada, se queja con ella de que Verónica la opaca y por eso Emiliano no le hace caso. Salma intenta tranquilizarla, Verónica no es mujer para su hijo y no porque sea adoptada, como Virginia, sino por su origen (origen? Es que es un extraterrestre? Vendrá de un hombre y mujer como tu sobrina adorada, no? Amos digo yo..) Y por como es, rebelde y desconsidera, no hija, te confundes, eso es tener personalidad, Virginia solo se hace la victima pero por dentro es bien mala. Virginia continua con su actitud y finge resistirse antes de revelarse a su tía que esta “enamorada” de Emiliano, Salma le promete su ayuda, no puede haber esposa mejor para el. No? Seguro? Te sugiero una? Virginia se abraza a ella para que no vea la sonrisa calculadora que tiene.

Martín busca información de los Prado Castelo y entonces llega su otra amiga, Claudia, guapa, segura de si misma y algo arrogante y metida, Claudia le ofrece su apoyo a… Martincito? En serio? Estas hablando con un hombre o con un crío de cuatro años al que se le ha caído la bola de helado al suelo? Claudia empieza a agobiar a Martín con su efusividad y sobretodo con cuando estaban los tres juntos, haciendo que Martín se ponga aun mas triste, Claudia hija, lo tuyo no es saber dar ánimos y menos si le recuerdas que rompió contigo. Martín enumera todas las cosas que ya no podrá hacer con su hermano, esta muy sensible y necesitado de cariño, así que Claudia se aprovecha y le besa, al principio Martín responde pero luego la aparta. Menos mal no me gusta que te bese esa tía ¬¬ Martín no cede, no quiere arrepentirse de nada, ya no están juntos, así que no es bueno volver a lo mismo. Claudia quiere volver con el pero Martín la deja seca al decirle que no va a ser libre por mucho tiempo. Claudia de nuevo pregunta, pero Martín no le dice si esta con alguien. Claudia se va. Martín llora y a mi se me rompe el alma, porque es un llanto impotente y desesperado. Dan ganas de abrazarle y no soltarle nunca.

Verónica le muestra a Emiliano lo bien que maneja a Sansón, un semental de su cuadra, - los Prado Castelo también se dedican a la cría de caballos -, y que es muy temperamental.

Mientra Martín llega al mismo club donde esta Vero, queriendo inscribirse en el, es un apasionado de la equitación y la esgrima, disciplinas de gran prestigio en ese lugar.

Verónica pone nervioso a Emiliano, que le pide que baje del caballo al ver que este se pone cada vez mas rejego, Verónica le quita hierro al asunto, esta segura de poder domar al animal.

Martín visita las instalaciones del club con una de las trabajadoras, la cual parece haber caído bajo su hechizo y tiene una carita de estar en el cielo que para que os cuento. La comprendo. Solo llevamos dos capítulos y creo que ya estoy enamorada de Martín.

Virginia llega a llevarse a Emiliano con un pretexto, Verónica le dice que vaya, ella llevara al caballo de vuelta al establo. Pero este vuelve a ponerse nervioso y Verónica por mas que hace se ve incapaz de controlarlo. El animal se enquista y Verónica en un intento de sujetarlo se hace daño, la rienda se escapa de su mano, pero no antes de que le produzca una quemadura por los tirones del caballo. Entonces llega Martín y al ver a Verónica en problemas se acerca raudo y logra calmar al animal. Al girarse para preguntarle como esta, Martín se queda mirando fijamente a Verónica. En una palabra: HECHIZADO! Verónica que también le mira con una carita encantadora, le asegura que esta bien, le ha hecho el día salvándola del berrinchudo animal. El le toma la mano para ver como esta. Ella es todo sonrisas y palabras de agradecimiento. El Martincito le gusto. Martín acaba correspondiendo su sonrisa, no lo puede evitar.

Fin del capítulo